La costumbre y el adios
Nada es tan fuerte como la
costumbre *Epicuro de samos*
Nos acostumbramos a las cosas, a los
bienes materiales y a las personas. Nos acostumbramos a vivir con aquello que
nos da comodidad. En el terreno sentimental nos acostumbramos a compartir la
vida con alguien aun que no exista amor o afecto. Claro, es más fácil
acostumbrarnos a vivir con lo que tenemos que prescindir de ello, o simplemente
soltarlo; es tan poderosa la palabra "No tener", que nos afecta
tanto, que al momento de desenvolvernos en un ambiente nos sentimos inseguros.
La costumbre nos lleva a aferrarnos a las cosas y a las personas. Nos volvemos
dependientes, sentimos que si perdemos aquello que nos da comodidad o
divertimento no podemos ser felices, cuando muchas veces es lo que nos lo
impide.
¿De que eres esclavo?, ¿De las heridas que recibiste cuando eras pequeño?,
¿De tus traumas de la infancia?, ¿De lo que alguien más decidió que fueras?,
¿De una relación que no te satisface o nunca logre hacerlo?, ¿De la rutina de
tu vida?
¡Es
tiempo de despertar! Tira ya ese costal que llevas en la espalda, en él guardas
el resentimiento, el rencor y la culpa. Deja ya de culpar a otros y a tu pasado
por lo que no marcha bien en tu vida; cada día tienes la oportunidad de empezar
otra vez. Cada mañana al abrir los ojos naces de nuevo, recibes otra oportunidad
para cambiar lo que no te gusta y para mejorar tu vida. La responsabilidad es
toda tuya.
¿Qué es lo que te tiene paralizado?,¿El miedo al fracaso?, ¿al que dirán?,
¿a la crítica?
¡Rompe las
cadenas que tú mismo te has impuesto! A lo único que le debes de tener miedo es
a no ser tú mismo, a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, a
desaprovechar la oportunidad de mostrarte a otros, de decir lo que piensas, de
compartir lo que tienes. Los erros del pasado ya han sido olvidados y los
errores del futuro serán perdonados. Date cuenta que nadie lleva un registro de
tus faltas, solo tú mismo. Ese juez que te reprocha, ese verdugo que te
castiga, ese mal amigo que siempre te critica ¡eres tú mismo! Ya déjate en paz,
ya perdónate, solo tú puedes lograrlo.
¿Cuándo vas
a demostrar amor a tus seres queridos?, ¿Cuándo te queden unos minutos de
vida?, ¿Cuándo les resten unos minutos a ellos?
El amor
que no demuestras hoy se perderá para siempre. Recuerda que la vida es tan
corta y frágil que no tenemos tiempo para perderla en rencores y estúpidas discusiones.
Hoy es el día de perdonar las ofensas del pasado y arreglar las viejas
rencillas. Entrégate a los que amas sin esperar cambiarlos, acéptalos tal como
son y respeta el don más valioso que han recibido: su libertad.
Disfruta
de tus relaciones sin hacer dramas, se honesta con lo que sientes por quien lo
sientes, no prolongues las cosas que no llegaran para ti o para otros. No
pretendas que todos hagan lo que tú quieres o que sean como tú has decidido, o
desees controlar a los que te rodean, porque
llenaras tu vida de conflictos. Permite a otros que tomen sus propias
decisiones como haz de tomar también las tuyas, tratando siempre de logara lo
que es mejor para todos.
No te
acostumbres a la vida. No te acostumbres a despertar todos los días y
permanecer aburrido o malhumorado o preocupado. Abre tus ojos y agradece toda
la abundancia que tienes hoy, agradece poder ver, tener, sentir y oler. Suelta aquello
que fue y no será, no busques la perfección en las cosas, mejor disfruta de
ellas y recuerda: “Vive hoy, que mañana veremos que pasa”.
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